En ‘Disculpe, ¿me cede su asiento?’ – Cuando Milgram puso a prueba la etiqueta del metro, Carlos explica los experimentos realizados por Stanley Milgram en los años 70 y sus curiosos resultados, tanto en los sujetos experimentales como en los investigadores.
«Todo comenzó con una conversación casual entre Milgram y su suegra en 1974. Ésta le comentó un tanto molesta que había viajado en el metro pero que nadie le había cedido un asiento. A un personaje como Milgram esto le sugirió una incógnita que esclarecer: ¿qué habría pasado si le hubiera pedido a alguien que se lo cediera? En 1975 se dispuso a hallar la respuesta con la ayuda de 10 alumnos, a los que instruyó para que se dirigieran a vagones abarrotados del metro y solicitaran abiertamente a alguien que les dejara el asiento. Los resultados fueron sorprendentes en un doble sentido.»