Murió
Pep Montanyès, director del
Teatre Lliure de Barcelona. Su amigo
Joan de Segarra escribe una necrológica de amigo, en donde dice mucho de la vida, de la felicidad, del trabajo, de la amistad, de las cosas que hacen que un hombre sea importante para los suyos y para su entorno. Suele haber un teatro como el Lliure en cada país, como mucho, y sí, suelen necesitar subvenciones para sobrevivir. A mí no me importa pagar impuestos cuando pienso que algo irá a parar a esos teatros de la verdad. Esperemos que quienes ocupan el poder en Catalunya no lo estropeen. Montanyès era fiel al Lliure, era un
Hombre de fidelidades.