Estupendo este artículo de Antón Planells, que escarba en las raíces de los videojuegos y hace una labor de “arqueología del ocio” absolutamente fascinante. La (verdadera) prehistoria de los videojuegos.
«Las llamadas “máquinas proto-interactivas” fueron la evolución natural de la tecnología en el plano del ocio popular. Su funcionamiento era simple; la introducción de la moneda permitía una interacción simple del usuario. Uno de los mejores ejemplos es el Mutoscope, una máquina que nos acerca bastante al Kinetoscopio de Edison.
El Mutoscope era un aparato pensado para que el usuario pudiera visionar fotogramas en movimiento (por lo general, imágenes eróticas) con el simple movimiento de una manivela; la interacción permitía acelerar o disminuir la velocidad del “movimiento” o, incluso, pausarlo para disfrutar de un fotograma concreto.»