«La misoginia, confortablemente instalada en una persistente cultura machista de nuestra sociedad, se ha convertido en una lacra social y un factor de riesgo empresarial»; esa es la tesis que sostiene Antoni Gutiérrez-Rubí en Consejos misóginos y analógicos, donde defiende la necesidad de la incorporación de la mujer para afrontar la salida de la crisis.
«Si la ausencia de las mujeres en los órganos de dirección es un factor de riesgo para la competitividad, la desconexión digital de nuestras élites empresariales es otro factor que lastra la calidad directiva y estratégica de algunas de nuestras principales compañías. El estudio de Adesis Netlife sobre “Las empresas del Ibex 35 en los medios sociales online”, presentado el pasado mes de diciembre, revelaba que las grandes corporaciones suspenden en el uso de redes sociales e Internet. La mayoría de ellas carecen de perfil en Facebook o Twitter, descuidan la identidad digital de su primer ejecutivo y pocas tienen un blog corporativo o de producto. Pero lo importante no es lo que no tienen sino lo que no comprenden.»