Lola Galán se acerca a la figura de Kurt Westergaard, el dibujante danés que está amenazado de muerte por haber dibujado la famosa caricatura de Mahoma y que ha tenido que renunciar a llevar una vida medianamente normal. Los días del cautivo.
«Westergaard intentó también dialogar con los líderes musulmanes daneses, explicarles el sentido de su caricatura de Mahoma. Sin resultado. “Un canal de televisión nos invitó a mí y a un prominente miembro de la comunidad musulmana a un debate. Era a comienzos de 2006. Me pareció una persona razonable. Pero cuando empezó el programa, abruptamente, me pidió una disculpa por la viñeta. Le dijo que no, ya le había advertido de que no me disculparía. Al final se exaltó muchísimo, dijo ante las cámaras que mi periódico, lejos de ser independiente, estaba controlado por los judíos americanos. Cosa totalmente absurda, pero me di cuenta de que lo creía de verdad. Si una persona cualificada es capaz de creerse cosas así, ¿qué pensará un musulmán de a pie?”.»