Caramba, Jesús Ferrero, y en El País, afirmando que estamos ante el final del modo de narrar nacido con la era Gutenberg y que internet está trayendo ya una nueva concepción no sólo ya de la producción libresca sino también de la etructura y formas narrativas: Más perdidos que el Quijote y Emma Bovary.
«Seamos razonables, es evidente que el ordenador y el libro conviven y convivirán. Eso no es lo determinante: lo determinante es preguntarse qué pesa más en nuestra cabeza, y muy especialmente en la cabeza de los más jóvenes ¿el “discurso” (y “discurrir”) digital o el discurso de los libros? ¿El mundo que están configurando las técnicas digitales o el que ha ido configurando la imprenta? Porque si resulta que en la cabeza de los jóvenes pesa más el universo digital que el impreso, la cultura digital ya estaría por encima de la gutenbergiana, una cultura digital que tendría además el poder de determinar y modificar, a partir de este momento, toda la cultura gutenbergiana anterior (al erguirse como un medio más poderoso y funcional) y de cambiar profunda y “llanamente” todo el sistema de valoración anterior y la naturaleza de sus jerarquías.»