Eugenia de la Torriente escribe un interesante reportaje sobre una tendencia que, con matices, se observa en el mundo de la moda: La de las modelos como Crystal Renn que cuentan con un físico opuesto al canon extra delgado imperante. La belleza cabe en la talla 48.
«El vanguardista diseñador Mark Fast sabía que conseguiría un impacto cuando, el pasado septiembre, eligió a tres chicas con tallas 44 y 46 para exhibir sus ajustadísimos vestidos para esta primavera en la semana de la moda de Londres. Algo más ingenua parece la publicación en el número de septiembre de la revista Glamour de una fotografía de la modelo Lizzie Miller, semidesnuda, sonriendo mientras exhibía relajadamente el pliegue de su abdomen al sentarse. La imagen apenas ocupaba media página de la edición estadounidense de la revista, pero desató una marejada de reacciones.
“Esa foto ha recibido más atención que casi cualquier otra de la historia de la moda”, exagera Jon Ilani, director de W Curve, la división de la agencia Wilhelmina que representa a Miller. “Lizzie recibió miles de cartas de todo el mundo agradeciéndole su valentía. Lo que la convierte en algo especial es que esté tan cómoda con su cuerpo. Las mujeres la han colgado como un recordatorio de que es normal tener imperfecciones. Lizzie lleva una vida muy saludable. Su cuerpo es el que es y no se obsesiona para encajar en una talla 0 o 2”.»