Maximiliano Tomas escribe sobre la dependencia del mercado cultural latinoamericano del español, y sobre los cambios que ya están en progreso en torno al libro y las nuevas tecnologías: Toda la literatura en un solo estante.
«Hay que ver entonces primero qué se edita allá para saber qué llegará a la Argentina tiempo después (así nos enteramos, por ejemplo, que la novela inédita de Roberto Bolaño El Tercer Reich acaba de aparecer y se distribuirá aquí recién dentro de un par de meses); hace falta leer las secciones culturales de los diarios españoles para intentar prever los rumbos y las decisiones a las que se volcarán editores y grupos editoriales en el futuro. Habrá que aceptarlo: somos un mercado marginal y no parece que la situación vaya a cambiar pronto. Así las cosas, el diario El País publicó el jueves pasado las declaraciones de la ministra de Cultura de España, Angeles González-Sinde, que anunció que en 2009 la edición digital creció el 35 por ciento con respecto al año anterior: unos 11.403 contra los 8.447 de 2008. Ya en 2007 la edición de libros en formatos que no fueran papel representaban el 10,5 por ciento de la facturación editorial, y todo parece señalar que esos números seguirán en alza.»