Muy sugerente el artículo de Heike Freire, Educar en Barataria: contrapone y señala las características de la escuela tradicional con los nuevos modelos, tanto de alumnos como de enseñanza con la que afrontarlos. Muchos puntos discutibles, claro, pero creo que el diagnóstico, con matices, es acertado.
«El sociólogo ingles Anthony Giddens define estas transformaciones como el paso de “relaciones basadas en la autoridad” a “relaciones basadas en la intimidad”: “(…) donde los individuos determinan libremente las condiciones de su asociación mediante la negociación, el compromiso y la confianza”. Un paso con numerosas implicaciones en la moral, la disciplina, la solución de conflictos, etc., sobre las que no voy a extenderme aquí. Simplemente señalar que, en mis visitas a centros escolares, la mayoría de los alumnos expresan el deseo de tener relaciones más cercanas con sus profesores y, cuando esto sucede, se muestran más satisfechos, e incluso progresan mejor en el aprendizaje. También indicar que esta evolución de las relaciones nada tiene que ver con la permisividad ni con una pérdida de la identidad o de los derechos del adulto.»