Sobre la alegoría como tendencia artística frente a una sociedad en crisis, con ejemplo paradigmático en Damian Hirstch y sus vacas y tiburones: ¿A dónde va hoy el Arte?, de Carlos Jiménez.
«Existe, además, una variante de lo que Hal Foster llamó en su día ‘nuevo impulso alegórico’, que conecta con los renovados cultos a la Naturaleza que adquieren una singular relevancia política y social en el contexto del colapso ecológico al que estamos abocados. La Pacha Mama, la Pangea, el Efecto mariposa, son otros tantos términos que dan forma a la preocupación colectiva por los efectos devastadores de la acción de la economía [del] mundo sobre los ecosistemas que tenderá a expresarse igualmente en el ámbito de las prácticas artísticas como ya lo ha hecho con fuerza en los del cine y la literatura. En el ámbito latinoamericano esta variante alegórica tiene antecedentes notables en Ana Mendieta, Alicia Barney o Maria Teresa Hincapié. Y tampoco puede descartarse en un futuro inmediato apelaciones a la fábula de animales —como las que realizadas recientemente por Fischli & Weiss— que aparte de renovar la tradición fabulista y de crítica moral puesta en pie por la Ilustración, conectan con ese tercer estadio de la religión, analizado por el filósofo Gustavo Bueno.»
2010-01-31 17:47
El Arte, en mi opinión, no va ninguna parte. Simplemente es ahora … o ya fue :-)
Pero los medios atienden el hoy del Arte como si de un espectáculo más se tratara. Hoy se grita al compás: ¡Biba la banalidad!