Guillermo López elabora una completa reseña de un ensayo de Vladislav Zubok que da una visión desmitificada del desmantelamiento de la Unión Soviética y del héroe involuntario (para Occidente) Gorvachov: Un imperio fallido. La URSS durante la Guerra Fría – Vladislav Zubok.
«¿Qué había ocurrido? Contrariamente a lo que desde entonces profesa la propaganda neoconservadora (“la URSS cayó por la firmeza del presidente Reagan y su programa de defensa estratégica SDI”), que a estas alturas ya no se creen ni ellos, la Unión Soviética cayó víctima del envejecimiento (físico, tecnológico y moral) de sus estructuras de poder, del brutal endeudamiento financiero generado por mantener a un sinfín de países satélite y supuestos aliados en todos los continentes, y del agotamiento causado por cuarenta años de Guerra Fría. Para cuando llegó Reagan, la URSS ya estaba al límite de su capacidad.
Y no sería Reagan, sino Gorbachov y sus delirantes medidas a los efectos de mantener la URSS en funcionamiento en el plano económico y político quien desactivaría al gigantesco imperio. Su renuncia casi absoluta al uso de la fuerza, su absoluto desconocimiento de la gestión de la economía (se le ocurrió, por poner un ejemplo, lanzar una campaña contra el alcoholismo que redujo enormemente los ingresos del Estado, que monopolizaba la distribución y venta de bebidas alcohólicas; ¡una semi “ley seca” en los ochenta!) y su aventurerismo político, caracterizado por lo que él llamaría el “nuevo pensamiento” (sustitutivo del tradicional paradigma revolucionario-imperial, que venía a fusionar el comunismo con el imperialismo ruso de toda la vida, genial invento estalinista), una especie de humanismo vacuo prooccidental, le llevarían a desmantelar tanto el imperio como la propia administración y estructuras de poder soviéticos, lo cual, en un país comunista de tan largo recorrido, significaba destruirlo todo.»