Iñaki se detiene en un espeluznante capítulo de la historia, tan diminuto como horrible: el del oficial soviético Vasili Mikhailovich Blokhin, que ostenta el record (conocido) de ejecuciones, miles, de soldados enemigos. El Campeón de los Verdugos.
«Allí esperaba Vasili, vestido con un delantal de cuero de los que usan los carniceros y unas guantes de piel que le cubrían hasta los hombros para proteger su uniforme de salpicaduras de sangre. Sin apenas preámbulos, colocaba al prisionero contra la pared y le descerrajaba un único disparo en la cabeza. (NOTA: Tenía un maletín con diversas pistolas, todas Alemanas de la marca Walther . Decía que las soviéticas no aguantaban el ritmo y que las germanas eran más fiables y resistentes.)»