De viejos sacaremos nuestros cacharros electrónicos e iremos a sentarnos a los bancos de los parques para dar de comer a las palomas mientras chateamos y actualizamos nuestro perfil (con nueva dentadura postiza) en Facebook gracias, según Sílvia Pérez Adell a los bancos del futuro, multifuncionales
« El principal uso de un banco es que sirva para que la gente se siente en él mientras hace una pausa en su paseo, lee o simplemente descansa. Pero, tal como está sucediendo con multitud de dispositivos que usamos a diario (móvil, iPod, PDA), cada vez más los productos — provengan o no del ámbito tecnológico—, se caracterizan por la integración de múltiples servicios. De esta forma, los bancos del futuro no sólo servirán para sentarse, sino que se recargarán con energía solar, proporcionarán luz e, incluso, conexión WiFi. »