Ramón Buenaventura, sobre el concepto de Intimidad, las tecnologías y el terrorismo.
«Los cambios tecnológicos están desmontando el blindaje. Si seguimos en la línea actual —y no se percibe señal alguna de que vayamos a abandonarla—, dentro de unos años cualquiera podrá saber donde está cualquiera, qué ha hecho o qué está haciendo, con quién se ve, con quién habla. Ahora, los grandes números nos permiten aún cierta confianza. Cada vez hay más cámaras privadas y públicas por todas partes, grabando lo que hacemos, pero todavía no hemos refinado los procedimientos de localización individual. Un aparato nos está grabando al doblar esa esquina o entrar en tal café, pero no existen programas a los que pueda pedírsele que localicen las andanzas de una persona concreta: hay que verse las grabaciones y, luego, averiguar quién es el que lleva el sombrero verde.»