“Las tertulias radiofónicas han desarrollado un culto desaforado a la opinión, un exagerado respeto por la pluralidad como elemento constitutivo de pretendidas esencias democráticas, un afán desmedido por expresarse a todas horas y en cualquier lugar sobre cualquier tema. Toda opinión, según esas tesis, es respetable. Ha perdido fuerza el procurar una investigación trabajosa y esforzada de la verdad, y gana terreno la prioridad de lo inmediato, el afán por decir en cinco minutos lo que debería decirse en un extenso tratado de quinientas páginas.” Me temo que, al fin y al cabo, eso es exactamente lo que hacemos aquí. Claro que también podemos aferrarnos al dicho: lo breve si bueno, dos veces bueno.
Los tertulianos, por
Agustín Ijalba.
2002-11-05 20:04 lo bueno si breve, dos veces bueno.
2002-11-05 20:40 lo breve si breve, breve dos veces lo bueno, si bueno, dos veces breve lo veces si bueno, breve dos veces ;)
2002-11-07 14:18 Por alusiones, seré breve. Y puestos a ser breves, el libro de notas sería hiperbreve si se compara con la verborrea del tertuliano, que machaca el oído con palabras
que no verdadescomo puños. Aquí se apuntan caminos, se señalan pistas, se dejan abiertas las puertas para ir a otros lugares. Allí se dan portazos, se cancelan pistas, se sienta cátedra a todas horas. No es nada desdeñable el trabajo de repudiar la diarrea del verbo con la que a menudo nos aturden las pituitarias (os recuerdo que, en las diarreas, la evacuación suele ser breve…y pestilente).2002-11-07 14:20 Antes, ¡olvidé daros mi nombre!