Yo tengo 18 años, pero a los que flirteen con los 40 este texto de Manuel Vilas les encantará: La Hoormiga Atómica, un paseo, al particularísimo estilo del autor, por todos los dibujos animados con los que crecimos crecieron ustedes.
«En mi imaginación Mazinger Z y Heidi desactivaban mi “tedium infante”. Hasta la abeja Maya tenía algún extraño encanto para un niño como yo: era suave y absurda. Me gustaba que una triste abeja tuviera cara humana. Pero el ser más inclasificable era la Hormiga Atómica. La Hormiga Atómica era una criatura monstruosa, una criatura mutante, un ejemplo de la inestabilidad física de la materia. Sólo podía competir con ella la Pantera Rosa. La deficiencia mental de la Pantera Rosa me abrió las puertas de la dialéctica. La Pantera Rosa me enseñó la indolencia y la ambigüedad. Todos eran mis hermanos, seres muy adorables. Cómo los echo de menos. Vivir sin ellos ha sido horrible. Ha sido oscuridad y decadencia.»
2009-12-14 13:04
Es curioso, porque yo siempre consideré a la Hormiga Atómica un chico.