José María Guelbenzu escribe sobre varios clásicos con edicion nueva: Clásicos en la biblioteca.
«Otro regalo fascinante es la publicación del Manuscrito encontrado en Zaragoza, del conde Jan Potocki (Acantilado). Hay otra espléndida edición del libro (Pre-Textos, 2001) que se basa en la edición de 1989 preparada por René Radrizzani y está traducida por César Aira. La novedad que presenta la edición de Acantilado es que se basa en la versión conocida con el nombre de Versión de 1810. Es un trabajo fechado en 2006 y llevado a cabo por François Rosset y Dominique Triaire y se diferencia de la anterior en que si aquélla es más, digamos, pirotécnica, ésta es más ordenada y clásica, fundamentada en la investigación de los archivos de Poznan que suponen permiten una fijación definitiva del texto. Sea como fuere, es un crimen de leso olvido no disponer de este libro en la biblioteca personal de cualquier persona culta.»