Y ante el vergonzoso intento de seguir imponiendo a los demás los privilegios adquiridos en la dictadura por parte de la Iglesia, un poco de humor: La Iglesia condena la retirada de los crucifijos en prostíbulos y bares de alterne, una NOticia de Xavi Puig.
«La medida fue interpretada como una provocación por parte de la Iglesia y el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, aseguró que “el Gobierno pretende marginar la religión y apartarla por la fuerza de la sociedad. Retirar los crucifijos de aquellos lugares en los que Cristo hace más falta es como prohibir la entrada de ambulancias en los hospitales”. La decisión del Gobierno tampoco ha gustado al sector de la prostitución. “Saber que Cristo está conmigo cuando pago a una mujer para que me haga el amor me da seguridad. Inconscientemente piensas: ‘Si él no dice nada, adelante que está todo bien’”, confiesa un cliente habitual de una whiskería madrileña.»