Javier Malonda no nos desvela realmente La estructura de la realidad, pero hace un interesante ejercicio en torno a la percepción que cada uno tenemos de ella y de cómo esa percepción limita nuestra concepción del mundo.
«La realidad posee además un efecto fractal. Descubrir un nuevo pequeño detalle da lugar a una comprensión más profunda de la realidad, en un proceso probablemente infinito. Imagina que desconoces los gestos del lenguaje corporal. Es posible que no comprendas muchas de las situaciones en las que te relacionas con otras personas, o quizá estés explicando estas situaciones a partir de una lógica más rudimentaria nacida de tus experiencias pasadas. Si un día te interesas por el lenguaje corporal empezarás a descubrir pequeñas sutilezas, pequeños detalles, que te llevan a una comprensión mucho más profunda del mundo, y sentirás que tu lectura de los acontecimientos es mucho más precisa, permitiéndote en ocasiones incluso hacer predicciones cada vez más acertadas sobre lo que va a suceder en las interacciones humanas. De la misma manera, si comienzas a observar los patrones que emplean las personas para moverse por sus vidas, serás capaz de predecir sus trayectorias vitales cada vez con mayor precisión.»