Miguel Aguirre habla del caso de Rumanía, un país en el que había ciertas expectativas económicas puestas pero que, según el autor, muestra un presente demasiado incierto aún. La eterna promesa: Rumanía
«La detención y ejecución de Ceaucescu y su mujer fue el mismo año de la caída del muro de Berlín. Aquel era un país con un objetivo gubernamental de pagar su deuda exterior y donde los alimentos más básicos faltaban a los ciudadanos.
En estos 20 años la inestabilidad política ha sido una constante en el país. Las elecciones de hace unas semanas trataban de poner orden en el atasco económico y político que se encuentra Rumania.Hasta la entrada en la Unión Europea, el país gozo de unos fondos de preadhesión y una comisión de más de 200 expertos europeos para poner en orden todos los proyectos de infraestructuras que eran necesarios y la utilización de dichos fondos . Desde que en Enero del 2007 el país entro a formar parte de la UE, la comisión desapareció, quedando los fondos pero no la forma de gestionarlos con lo que los ciudadanos no ven los beneficios de las ayudas recibidas y las empresas extranjeras se agotan en procesos de licitación interminables y burocráticos. »