El estreno de la superproducción española de animación Planet 51 ha llevado a John Tones a escribir este completo reportaje sobre la historia de las películas de dibujos animados en España, frutos de una labor quijotesca y romántica la mayor parte de las veces. Animación en España: por amor al arte.
«Curiosamente, durante los primeros años de posguerra, la animación española vivió un inesperado resurgir, produciéndose cuatro largometrajes y 105 cortometrajes del género. La razón está clara: la férrea censura, tan puntillosa en cualquier contenido realista o social, consideraba inofensivo al cine infantil y de animación, y era a los lápices como los artistas podían dejar volar la imaginación sin miedo a cortapisas. Estos cuatro largometrajes, todos producidos en Barcelona, fueron Garbancito de la Mancha, de 1945, su secuela Alegres Vacaciones, la estupenda Érase una vez… (versión de La Cenicienta codirigida por José Escobar, posteriormente creador de Zipi y Zape) y la desaparecida Los sueños de Tay-Pi. De Garbancito de la Mancha, declarada en su día de interés nacional por su disimulado mensaje pro-nacional, nos queda su desbordada imaginación, su titánico empuje técnico y el aún hoy inquietante diseño del villano de la función, el gigante Caramanga.»