Javier Armentia escribe un apasionado artículo a favor de la investigación con células madre: “Se trata de defender nuestro derecho a vivir en un país laico, a que las decisiones políticas se tomen por criterios diferentes de la opinión de los confesores de quienes firman las resoluciones, de atajar una campaña de mentiras y medias verdades que nos están invadiendo en el asunto de las nuevas investigaciones biomédicas.” Si realmente supone tanto riesgo qe regulen su utilización, pero parece absurdo prohibir algo que ya ha demostrado servir para avanzar en la cura de varias enfermedades.
Sí a la investigación sobre células madre.