¿Alguno de ustedes piensa comprar una enciclopedia en papel? Es más, ¿alguno de ustedes consulta la que ya tenía? La respuesta supongo que será que no en casi todos los casos, y la culpa la tiene la Wikipedia. Gabriel Zaid hace un repaso de los proyectos enciclopédicos, también de los de carácter alternativo, hasta dar en la Wikipedia: Lectores en Wikilandia.
«La sorpresa del siglo XXI ha sido la Wikipedia, un proyecto cooperativo de voluntarios que trabajan gratis y hasta ponen dinero. Nadie se hubiera imaginado que era posible competir con la Britannica y Microsoft sin grandes capitales, ni ejércitos de vendedores, cobradores y administradores, ni un plan previo de los temas que serían incluidos para asignarlos a un gran elenco de especialistas. Menos aún que era posible ampliar y actualizar su contenido a una velocidad nunca vista.
La Wikipedia se anuncia como la enciclopedia gratuita que todos pueden editar. La escriben espontáneos que todos los días proponen nuevos artículos o cambios a los publicados. Esto se presta a toda clase de intervenciones ignorantes, desmedidas, interesadas o de mala fe, pero los resultados han sido inesperadamente aceptables. La calidad del contenido está por debajo, pero no tanto, de la Britannica, que también tiene lo suyo. En la edición de 1974, por ejemplo: el artículo sobre Heidegger es tonto; la entrada sobre Axel’s castle dice que es ¡una novela!; no es fácil encontrar la Accademia del Cimento porque viene con una sola c; abre dos entradas distintas (ambas mal escritas) para Lucas Pacioli y Lucas Paciola, que son la misma persona (Luca Pacioli); pero no abre entradas para Georg Lichtenberg, Czeslaw Milosz, Octavio Paz, Wilhelm Reich, Marcel Schwob, Vidyapati, Xavier Zubiri y muchos otros.»