Wicho escribe sobre lo que parece ya una tendencia de futuro inmediato: el desarrollo de aparatos que agrupen utilidades y herramientas hasta hace muy poco separadas: teléfono, GPS, agenda, ordenador… Móviles para todo.
«Todo este panorama dio un giro radical cuando Apple sacó al mercado el iPhone, un dispositivo capaz no solo de funcionar como teléfono, sino también como cámara, gestor de calendario, reproductor de música y otros contenidos multimedia, receptor de GPS, y montones de funciones más, y que además es extremadamente sencillo de manejar, de tal forma que sus propietarios empezaron realmente a sacarle partido a todas esas cosas que puede hacer y a buscarle más posibilidades.»