Hace unos días desapareció una de las voces más inconfundibles del flamenco, la de Bernarda de Utrera, que murió a los 83 años dejando huérfana de madre a la bulería. Escribe un semblante de la cantaora Manuel Martín Martín. La bulería pierde el compás de su archiduquesa. Y aquí un vídeo de una Bernarda muy joven cantando bulerías.
«Bernarda, que junto a su hermana fueron proclamadas en diciembre de 1998 Hijas Predilectas de la Provincia de Sevilla, tuvo que sufrir el dolor de la enfermedad de su hermana a partir de 1999, lo que explica lanzara al mercado ‘Ahora’, su primer trabajo en solitario o que acudiera en soledad a la inmortalización en bronce de ambas en Utrera el 7 de mayo de 2005, justo ante el Mercado, o que Su Majestad Juan Carlos I le otorgara 21 de noviembre de 2005 la Medalla de Oro de las Bellas Artes.
A la bulería se la ha perdido, en consecuencia, un compás, el de Bernarda de Utrera, la cantaora que junto a su hermana Fernanda forjó unos estilos que ya son historia, ya que se traduce en la creación de un lenguaje expresivo que tiene como premisas la asimilación de los matices más diversos, la hondura de la voz, el fraseo ágil, el prodigioso ritmo asincopado y el magisterio técnico del compás.»