Adrian Daine nos habla de James Nachtwey, un fotógrafo de prensa, y de lo que significa para un fotoperiodista adentrarse en las zonas más duras y oscuras de su propia profesión. Nachtwey, una defensa al fotoperiodismo
«La inmersión que realiza en su trabajo requiere no ya una capacidad enorme de autocontrol y perspectiva, sino de respeto y empatía, de comprensión, de voluntad comunicativa. Si al fotógrafo se le permite atravesar capas de intimidad en los momentos de mayor sufrimiento, es porque se sabe que la suya no es una intención personal, egoísta e interesada únicamente en agarrar algún premio a la mejor foto o arañar alguna portada de revista. Nachtwey tiene muy claro que por encima de su trabajo como fotógrafo está la necesidad de documentar lo que ocurre en determinado lugar en determinado momento, saltándose a veces cualquier norma de seguridad.»