Javier Rodríguez Márquez habla de los premios literarios, esos certámenes que hay en cada pueblo, en cada casa consistorial, en cada diputación, en cada agrupación cultural y que a veces son la primera fuente de ingresos de algunos escritores. El premio literario que no cesa. Vía Guía de concursos
«La gran peculiaridad del ecosistema literario español es, contra lo que ocurre en otros países, la abundancia de galardones concedido a obras inéditas. Una de las fuentes con más solera para certificar la inflación de galardones es la Guía de premios y concursos literarios en España que publica bienalmente la librería madrileña Fuentetaja. La última edición recoge más de 1.800 premios. La primera, correspondiente a 1996, recogía poco más de 1.000.
Según Chema Álvarez, responsable de la guía, Internet ha hecho que “la cifra de concursos que se convocan desde y por la Red” crezca “exponencialmente”. Así, el portal de Internet premiosliterarios.com ofrece a sus suscriptores información sobre las bases de 3.500 certámenes (cerca de 10 por día, domingos incluidos). Este mes, y sólo en la modalidad de narrativa se cerrará el plazo de 45 certámenes: desde el de la Cofradía del Vino de Navarra hasta el Mazzantini de relatos taurinos de Llodio (Álava).»