Alvaro Ibáñez cuenta lo que pasa cuando se diseña un juego “sacacuartos” sin contar con el asesoramiento de alguien que sepa un poco de combinatoria: que los jugadores pueden forrarse de modo absolutamente legal. Combi 3: el curioso caso de la lotería mal diseñada.
«“Una lotería con truco” en El País cuenta la historia de lo nunca visto: cómo una lotería catalana llamada Combi 3, variante de la Lotto 6/49, estaba tan mal diseñada que favorecía a los jugadores. El problema principal de esa versión es que ofrecía premios fijos independientemente de la recaudación. De ese modo jugando 228 combinaciones cuidadosamente seleccionadas se podía ganar el premio máximo (3.000 euros) sin riesgo alguno. El precio de esas apuestas era tan solo de 228 euros, así que había más de 2.700 euros de beneficio cada semana para quien supiera algo de matemáticas y quisiera demostrar su practicidad.»