En estos días nos ha dejado el teólogo Enrique Miret Magdalena, hombre lúcido y de pensamiento profundo e incisivo que aportaba una mirada crítica a la religión desde dentro de ella misma. Este es uno de sus textos: Violencia, religión y mundo secular
«La religión tiene el peligro de ser intransigente si pretende ser en todo la absoluta poseedora de la verdad, incluso en muchas cosas que son discutibles, y sobre las cuales no siempre pensó así la propia Iglesia, por más que quieran ocultarlo sus dirigentes actuales. A mí hay un inteligente pensador católico que me lo enseñó: el cardenal inglés Newman; que lo resumió plásticamente con estas palabras: ‘Si después de una comida me viera obligado a lanzar un brindis religioso, bebería a la salud del Papa, creedlo bien, pero primeramente por la conciencia y después por el Papa’, ‘porque si el Papa hablara contra la conciencia… cometería un suicidio’. »