Alejandro Polanco Masa nos trae la sobrecogedora historia de Szilveszter Matuschka, un húngaro que consagró su vida en libertad a la técnica de hacer descarrilar trenes para poder matar a cuánta más gente mejor. El descarrilador.
«Matuschka, a primera vista, no parecía un asesino y, sin embargo, había logrado hacer descarrilar un tren el 12 de septiembre de 1931 con el resultado de 22 fallecidos y más de un centenar de heridos, muchos de ellos muy graves. Ésta y otras terribles acciones convirtieron al “descarrilador” en todo un personaje público, los periódicos siguieron con interés los juicios a los que fue sometido y el criminal disfrutó de ello, pues gustaba de realizar descripciones detalladas de sus fechorías.»