La retirada de una foto de la actriz Brooke Shields desnuda a la edad de diez años de la Tate Gallery de Londres ha generado un debate sobre lo que debe ser ilegal en el arte y lo que no. Reflexiona sobre ello Txema Rodríguez. Pequeños cuerpos contra grandes delitos.
«La madre de Brooke Shields cobró 450 dólares en 1976 por la foto, publicada en la revista Playboy, que la actriz intentó sin éxito destruir por la vía legal y que, más allá de este caso concreto, vuelve a poner sobre la mesa un tema recurrente: el de la imposición de la censura fuera de límites objetivos, ya no sólo sobre las imágenes de menores desnudos sino sobre cualquier fotografía en la que aparezcan.
El cuerpo de los niños, como el de los adultos, siempre ha estado presente en las fotografías y ha llevado mal, en algunas ocasiones, el paso de lo privado a lo público. En especial en contextos de moralidad hipócrita como, por ejemplo, las que hubo de sufrir Lewis Carroll a propósito de los retratos de Alicia Liddell. El ojo infectado de prejuicios, tópicos y lugares comunes de la ‘opinión pública’ pugna a menudo por convertir actos de amor en manifestaciones de suciedad enfermiza.»
2009-10-06 15:18
Sinceramente, estoy muy harto de la mirada sucia de algunos: convierten cualquier cosa hermosa en basura. Por eso estoy de acuerdo con esta frase:
El ojo infectado de prejuicios, tópicos y lugares comunes de la ‘opinión pública’ pugna a menudo por convertir actos de amor en manifestaciones de suciedad enfermiza.
2009-10-09 02:41
A mi, si hay que seguir la versión que cuenta Txema Rodríguez, me parece un caso de explotación infantil, en el que no se puede alegar en absoluto consentimiento por parte de la interesada. Por tanto, me parece completamente razonable y justificada la pretensión de la protagonista de retirar la fotografía. Lo debería haber conseguido en cuanto alcanzó la mayoría de edad para solicitarlo.
Por otra parte, para juzgar las intenciones de una fotografía como ésta, de una niña supermaquillada como adulta, en pose provocativa y demás, no hace falta tener ninguna mente sucia, sólo un par de ojos. Que la foto es una foto de intención y contenido erótico, no cabe duda. Que es una niña prepúber, no cabe duda. Que su voluntad no contó, no cabe duda.
Que todos los hombres no sean menoreros y a muchos no les impresione eróticamente, no quita en absoluto lo anterior. A mi tampoco me impresiona en ese sentido, siendo una mujer, pero reconozco lo que es, y sé lo que es para muchos.
El amor… la verdad es que no lo veo por ninguna parte, salvo quizá el de la protagonista por su madre, bastante mal correspondido.