Bovolo traza la historia de la letra carolingia, que está en el origen de muchas tipografías modernas: La minúscula carolingia, una letra para un imperio
«La nueva minúscula carolingia era uniforme, de formas redondeadas y usaba tanto las mayúsculas como las minúsculas. El trazo de las letras era claro y se tendía a separar las palabras con espacios. Estos dos aspectos facilitaban enormemente su legibilidad. Además, la caligrafía carolingia tenía, por lo general, menos ligaduras (signos formados por la unión de dos o más que se suelen escribir separados) que otras caligrafías de su época, aunque usaba el ampersand, y las ligaduras ae , rt, st y ct. La letra D, a menudo, aparece en forma uncial (forma de escritura que sólo usa las mayúsculas), con un asta ascendente inclinada hacia la izquierda, pero la letra g es esencialmente igual que la moderna minúscula. También se evitaban las abreviaturas que dificultaban la lectura para los lectores poco experimentados.
Aunque son muchas las teorías sobre el origen de la minúscula carolingia, su origen preciso es desconocido. Unos defienden un origen romano (Liber Diurnus, escrito en Roma) o franco (Biblia de Mordanno, escrita en Corbie), mientras que otros creen no fue producto de un lugar o un centro en concreto sino que fue un resultado más del Renacimiento Carolingio. Es probable que su extensión ni siquiera formara parte de una campaña deliberada. Era muy habitual que los eruditos carolingios después de servir en palacio fuesen destinados a sedes episcopales o abadías lejanas. De esta manera, simplemente, al llevar consigo sus libros a sus nuevos destinos podrían haber contribuido a la adopción y extensión de la nueva caligrafía.»
2009-09-30 15:11
Muchas gracias por la reseña.
Un saludo!