Francho Barón relata como la quimera que presentaba la película “Ciudad de Dios” se ha hecho realidad, de momento, en la homónima favela. Tras una operación policial dividida en tres fases, y que ha durado un año, sus calles se han convertido en lugares seguros. Ojalá que no se produzca una involución de esta situación. Ciudad de Dios, por fin en paz
« La novedosa estrategia del Gobierno del Estado de Río de Janeiro para extirpar la violencia sinfín de este suburbio pasó por tres fases: primero, lanzó una ofensiva contra el narcotráfico capitaneada por el Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) de la policía militar. Durante tres meses, los soldados persiguieron a los criminales con el objetivo de detenerlos, liquidarlos o forzarlos a abandonar la favela.
Una vez consumada la primera fase, el 16 de febrero, desembarcó en la Ciudad de Dios una Unidad de Policía Pacificadora formada inicialmente por 180 efectivos ?hoy ya son 273?, que ocuparon el espacio dejado por los narcos. Su misión, de duración ilimitada, consistía en marcar presencia y garantizar el buen desarrollo de la tercera fase: la entrada del poder público con sus servicios sociales. »