Enrique Dans analiza una investigación de Paul Ohm, que demuestra que un alto porcentaje de personas anónimas que han realizado una encuesta pueden ser identificadas a partir de tres simples datos: edad, código postal y sexo. Reidentificación: identificando personas en bases de datos anónimas.
«Un trabajo de investigación de Paul Ohm recoge las conclusiones de lo que denomina “la promesa rota de la privacidad”: en la práctica, cualquier investigación medianamente seria es capaz de identificar a una persona a partir de la información fragmentaria procedente de ficheros supuestamente anonimizados o de patrones de uso desarrollados en muchas de sus actividades. Aquel usuario que buscaba obsesivamente formas de matar a su mujer debería estar preocupado: en caso de llegar finalmente a cometer el crimen, sería identificado sin demasiados problemas. La respuesta es, según el investigador, sumamente clara: “los datos pueden ser útiles o perfectamente anónimos, pero nunca ambas cosas“.»