Muy curioso: los perros, hasta bien entrado el siglo XIX, fueron utilizados como fuerza motora para mover diversos tipos de máquinas: Motores perros, de Iñaki.
«Allí, cerca de la lumbre, había una rueda parecida a la de las jaulas de los hamsters donde corría incansable un pequeño perro. Su movimiento se transmitía al asador haciendo girar las carnes que se estuvieran asando. La raza preferida para esta tarea era la llamada Turnspit, nombre muy apropiado si tenemos en cuenta que turn es girar y spit es asador. Al parecer, eran una raza pequeña y muy resistente y digo al parecer porque la raza está extinta desde el siglo XIX y el único ejemplar conocido es el disecado que se puede ver en la foto. Se llamaba Whiskey.»