Los cómicos y la política, un bonito artículo en el que Antonio Gutiérrez- Rubí hace un repaso a los cómicos que dieron el salto a la política aportando su irreverencia.
«En Estados Unidos, ese mismo año, el cómico Stephen Colbert anunciaba su intención de emprender la carrera a la Casa Blanca poniendo nervioso a más de uno. Su personaje televisivo parodiaba con inteligencia a los conservadores más rancios y extremistas. Jugó al ver sus expectativas (que rozaron el 13%) pero finalmente desistió después de lograr una cierta notoriedad. Quien sí lo ha conseguido, ha sido otro cómico, el senador Al Franken, que se hacía con el escaño decisivo que da la mayoría absoluta a los demócratas en el Senado, a finales del pasado mes de junio, tras varios meses de batallas legales.
En Italia, hoy, el humorista Beppe Grillo es un adversario mediático a temer y a considerar ya que, con sus iniciativas provocadoras, algunas directamente en contra de los políticos, zarandea a toda la clase política y se convierte en todo un fenómeno en la Red, que gana cada día más seguidores. Una auténtica pesadilla para la política establecida. A los que le censuran la crítica mofa, les responde orgulloso que más risa (o pena) dan algunos de los políticos que tenemos. Y no le falta razón, lamentablemente.»