Xavi Ayén traza en breves pinceladas un panorama de la situación actual de la narrativa en Colombia, donde la violencia cotidiana se infiltra y manifiesta las distintas expresiones artísticas. El título de la nota lo dice casi todo: Sexo, droga y guerrilleros suceden al realismo mágico colombiano
En Colombia ya casi no queda rastro del realismo mágico, como si la guerrilla, o los paramilitares, o los narcos, o el ejército o cualquiera de los diversos grupos armados que pueblan el territorio hubieran exterminado esta corriente a tiros. Y como si, además, para que no quedara duda de su poder, se hubieran infiltrado ellos mismos en los argumentos de las nuevas novelas. Así, la violencia – en sus múltiples formas-es el rasgo común a los escritores que hoy cuentan en este país.