Los ingenieros se han inspirado a menudo en diseños de la naturaleza. En De como el martín pescador mejoró el tren bala, Miguel Artime explica cómo el diseño del morro del “tren bala” japonés se basó en el pico del martín pescador.
«El problema venía del ruido. Cada vez que el tren se introducía en un túnel a toda velocidad, la presión del aire creaba una especie de “boom sónico” que molestaba tremendamente a los residentes que vivían a cerca de las vías del tren. Para solucionarlo, los ingenieros observaron el modo en que el martín pescador se zambullía en busca de presas, provocando muy pocas distorsiones y salpicaduras en la superficie del agua, y rediseñaron el morro del tren para que imitase al de su modelo natural.»