Mucho, y no todo justo, se dirá ahora de Valerio Lazarov tras su fallecimiento, el creador más influyente en técnica y producción de la TV actual. A falta de obituario ponderado rescato a un Lazarov más personal en esta entrevista del 2002
«En 1966, un programa mío había sido enviado al Festival de Montecarlo, pero no me dejaban acudir al certamen. Tres días antes del fallo del jurado les dijeron que seguramente nos llevaríamos un premio. Entonces me dieron un pasaporte y, cuando llegué a Niza, me quedé fascinado. ¡Los taxis eran Mercedes y en Rumanía sólo había un Mercedes, el de Ceaucescu! Además unos periodistas me invitaron a pasar tres días en París. No podía creer lo que estaba viendo. Sin embargo, todo eso no fue nada comparado con lo que supuso para mí viajar a Checoslovaquia en mayo del año 1968.
P. En plena primavera de Praga, nada menos.
R. Y viniendo de Rumanía. Después del galardón en Montecarlo no me habían dejado moverme del país en dos años. Llegué a Praga como jurado del Festival porque me habían dado otro premio en una edición anterior y me encontré con que había música por la calle, tertulias, debates… En el ambiente se respiraba cultura y rebeldía. Los telediarios no tenían censura, según me contaba Pelikan, el directivo de la televisión checa. Era algo tan extraordinario que no podía creerlo. Allí me encontré otra vez a Juan José Rosón, que me reprochó que jamás hubiera contestado a sus ofertas de trabajo.
P. ¿No le tentaba salir del país y conocer España?
R. Imagínese, pero es que jamás me habían dado sus cartas, la censura llegaba hasta al correo. Al volver a Rumanía hablé directamente con mis jefes y no quisieron ni discutir el tema, era una traición trabajar en la España fascista de Franco. Pero escribí al número dos del Partido, que me llamó a su despacho y no le pareció tan mal. Al fin y al cabo, que llamaran a un rumano para trabajar en un país extranjero también era un honor.»
2009-08-11 14:07
Pues fíjate, Miguel, que yo creía que había sido el responsable de Aplauso y resulta que no tiene nada que ver con ello.
A lo mejor es que soy más joven de lo que pensaba y no acierto todas las del test de si tienes que desoxidarte (ja, ja) de Minute Maid ;-)
Un beso.