Aunque La economía de los ebooks gratuitos tenga ya 2 años de antiguedad (lo traducen ahora en Soybits) es toda una lección para la industria del libro tanto como para la discográfica: Cory Doctorow rebosa sensatez y reune numerosos argumentos para respaldar la gratuidad de los libros digitales.
«Más importante, los escépticos de los ebooks gratuitos no tienen ninguna evidencia que aportar en apoyo de su posición; solo retorcimiento de manos y murmuraciones oscuras acerca de un futuro mitológico en el que los amantes de los libros renuncian a sus ejemplares impresos en favor de dispositivos electrónicos (frente a un futuro mucho más verosímil en que los amantes de los libros siguen comprando sus objetos fetiche y además llevan consigo los libros en sus dispositivos electrónicos).
Yo empecé a regalar ebooks tras haber sido testigo de los primeros días de la escena de los bookwarez, en que los fans cortaban el lomo de sus libros favoritos, los escaneaban, los pasaban por un programa de reconocimiento óptico de caracteres y los corregían a mano para eliminar los errores de digitalización. Estos fans podían dedicar tranquilamente 80 horas para digitalizar sus libros favoritos, y solo digitalizaban sus libros favoritos, los libros que amaban y querían compartir. (El cálculo de 80 horas responde a mi propio intento de hacer lo mismo; seguro que los digitalizadores con práctica van más deprisa.)
Así que me dije que cuando mis libros llegaran al mercado estaría muy bien tener a mi disposición 80 horas de trabajo promocional gratuito. ¿Y si les diera a mis lectores ediciones canónicas limpias en formato electrónico y les ahorrase la molestia de digitalizarlas, para que pudieran dedicar ese tiempo a promover mi obra entre sus amigos?»
2009-08-10 12:50
“Después de todo, tampoco es que exista ninguna manera imaginable de impedir a la gente que meta un libro en un escáner si eso es lo que quiere hacer. Los escáneres no van a volverse más lentos ni más caros. Internet no va a volverse más difícil de utilizar. Es mejor afrontar este desafío y convertirlo en una oportunidad que despotricar contra el futuro“
Ciertamente, excelente ejercicio de sensatez.
No estoy completamente de acuerdo con la gratuidad absoluta de la distribución de material cultural (literatura, música, imágenes…) a través de Internet, pero sí tengo claro que la opción de ponerle puertas al campo es absolutamente inútil. Si los interesados (creadores y editores) se hubieran puesto a adaptar sus obsoletos mecanismos de recaudación a la realidad de Internet (algo, por Dios, más imaginativo que el canon ) hoy los usuarios dispondríamos de recursos mucho más honestos que la piratería y más baratos que la adquisición de originales… y todos contentos.
2009-08-10 14:04
Sí, ese es el párrafo clave. La primera parte está algo obsoleta (el boom de los lectores digitales hace que el ebook sea un fin en sí mismo y no una alternativa), pero el resto es, efectivamente, una lección de sensatez.
Saludos