Noel Ceballos se aproxima a la figura del “escritor reclusivo”, el escritor enigmático que se esconde de los medios de comunicación de forma sistemática, y se centra en uno de ellos, B. Traven, autor de El tesoro de Sierra Madre. El mundo ama a un escritor reclusivo.
«Al parecer, sabemos que nació en Chicago alrededor de 1890 (o en Alemania en 1882), que fue conocido por varios nombres en los diferentes periodos de su vida, que pasó una larga temporada en México y que murió en 1969. También es posible que fuera un hijo ilegítimo del emperador Guillermo II o que fuera Ambrose Bierce. En cualquier caso, sabemos a ciencia cierta que John Huston leyó “Sierra Madre” en 1936 e inmediatamente pensó en adaptarla a la gran pantalla. Tras varios años cortejando a Traven para que diera el visto bueno y a Jack L. Warner para que le dejase rodar en México (y no en la comodidad de un plató), Huston consiguió poner en marcha su proyecto en 1947. Para entonces, el cineasta estaba totalmente fascinado por el halo misterioso de Traven, tanto que decidió ignorar su fama de reclusivo y le propuso colaborar tanto en la escritura del guión como en el rodaje en exteriores. Naturalmente, el autor declinó la oferta, aunque se comprometió a enviar a un buen amigo suyo, Hal Croves, como asesor técnico.»