Mark Schneider y Nnamdi Obasi ven en la desastrosa situación por la que pasa Nigeria el momento para iniciar su recuperación, pues ahora el Gobierno no tendra más remedio que buscar soluciones: ¿Una oportunidad para Nigeria?.
«Lo que hace falta son acuerdos políticos sobre el reparto de la riqueza y una amnistía, así como medidas para que las empobrecidas poblaciones del Delta de donde se extrae el petróleo y de donde proceden los líderes rebeldes se desarrollen. Y puede que ahora sea el momento adecuado para ello. La caída del precio del petróleo y el incremento de los ataques rebeldes han empezado a hacer daño al Ejecutivo, causando una pérdida de ingresos que, sólo durante 9 meses del pasado año, se estimó en 27.000 millones de dólares (unos 19.000 millones de euros). Entre 2006 y 2008, los cortes provocados por ataques rebeldes causaron una disminución media de la producción de 1 millón de barriles diarios, con las correspondientes pérdidas millonarias. Y los últimos ataques durante el mes pasado han afectado a casi la mitad de la producción habitual, con lo que posiblemente el declive haya alcanzado sus peores niveles. En otras palabras, puede que por fin el Gobierno se sienta económicamente motivado para negociar.»