La periódica revisión dominical es una bitácora que siempre funciona, que siempre está bien, a la que siempre se puede recurrir. Por ejemplo, podemos leer lo que escribe Roberto Santander sobre Carver. Raymond Carver y el relato que amenaza.
«Suena repetitivo apelar a la historia íntima como característica, pero lo de Carver es eso antes que muchos. Y también la de realzar a un personaje que, en apariencia, no tenía mucho que contar. Carver develó el centro, invirtió el viejo modelo, y dictaminó inconscientemente que todos tienen una historia que puede y debe ser contada. El escritor norteamericano instauró el secreto como un ineludible al que los hombres –todos- están sujetos. Y el lenguaje, en consecuencia, está hecho para transitar el entramado, recorrer los intersticios, acercarse lo más posible a una verdad que se disfraza e invierte sus roles. Una verdad que no siempre salva, que es mejor no alcanzarla. »