España se rompe. La vida pierde sentido. La sinrazón se apodera de cada esquina y de cada rincón. Vaya asco. Jaime Rubio nos cuenta la triste realidad que nunca quisimos ver. La trucha y el trucho… ya no se quieren tanto. Como la trucha al trucho.
«Pues eso, que estaban así así. Y un día pasó lo que tenía que pasar: una discusión de estas tontas que se convirtió en una discusión de estas fuertes. Que si tú que si yo, que si tal que si cual, que si no quiero volver a saber de ti, que si me voy a casa de mi madre. Y venga, la trucha se fue a dormir a casa de su madre, que casi no la veía desde el desove. Y el trucho la llamaba, pero la trucha no le cogía el móvil. Y el trucho se pasó tres o cuatro días yendo al trabajo como un zombi, sin afeitarse ni nada, y sin cogerle el teléfono a los colegas, sólo enviando mensajes a la trucha, que le ignoraba. Hasta le envió flores. Pero claro, la trucha sólo pensaba, sí, ahora, ¿no? Seis años casados y dos de novios, y me envía flores ahora, claro, pero cuando estamos bien, no, ¿no? Y luego el compañero de trabajo ahí también, sin aprovechar del todo, porque era tonto de capirote, pero metiendo la aleta, no te creas, a ver si caía algo. Que si no te quiere, que si no te comprende, que si te ignora. Arrimando el ascua como quien no quiere la cosa, vamos.»
2009-07-22 15:40
Creo que es muy importante la parte del comentario donde la trucha recibe las flores y recuerda que cuando estaban bien no se envió nunca nada. Por lo general descuidamos mucho a nuestras parejas y es algo que hacen tanto hombres como mujeres. Hay que recordar que tu pareja es un ser humano y los seres humanos necesitamos atención, todos!!! Las chicas deben recordar que también son responsables de mantener contento a su chico tanto como nosotros con nuestra chica.