Mome escribe un texto de amor —no es otra cosa sino eso— a Leonard Cohen, al cantante, al escritor, a la figura, a la foto, al que está mitificado o al que se ha ganado el derecho a ser mito. Leonard Cohen: Mundos por si acaso.
«Esperaba algo de él y de sus palabras. Quiero decir: algo determinado. Muchas de sus letras son verdaderos relatos, cuadros salidos como de una película de Jarmusch. También esperaba un nivel determinado; al fin de cuentas yo había conocido a Cohen como cantante pero él era un poeta. Ante(s) (de) todo un poeta, un escritor. Lo que recibí de sus libros resultó, como dije, un golpe, una de esas felicidades que nuestros vicios nos regalan de vez en cuando: la felicidad, en este caso, de abalanzarse sobre un libro genial cuando uno espera apenas un volumen agradable.
Esto último me pasó, concretamente, con The Favorite Game, la novela que publicó en 1963. Una novela cantada. Al menos para mí, que no pude – no puedo; espero secretamente jamás poder – apartar de mi mente las canciones de Cohen; es decir: sus tonos, sus cadencias, el espasmo susurrante que las recorre. »
2009-07-22 15:36
Gracias por recordarnos a Leonard Cohen, Alberto.
¿Cómo sustraerse a su misterio y al magnetismo de su voz de humo…? Comulgo con Mamen, a quien me alegro de haber descubierto.
Saludos.
2009-07-22 15:57
Ha dicho usted mitificado o momificado?