”¿Puede el político democrático ser “mejor” que sus electores y defender lo que cree que es una causa justa, pero que va en contra de los intereses, las convicciones o simplemente los prejuicios de quienes le han elegido? ¿Puede, en definitiva, ir un poco más allá de esta caza del centro que los sondeos le dibujan? (...) ‘Que si los políticos esto, que si los políticos aquello’... La verdad es que si los políticos no nos gustan es porque se nos parecen -y en la precisa medida en que se nos parecen.” De un interesante artículo de
Xavier Rubert de Ventós en el que incurre en algo que está prohibido: se pregunta si no será culpa de los electores que la política esté tan llena de basura.
¿Un político “mejor” que sus electores?