El
limes quizás esté en Bagdad; quizás no, quizás esté más lejos, mucho más lejos, pero está. Y cuando los bárbaros comiencen a ganar sus primeras batallas, será el comienzo del fin del Imperio. Esto piensa
Luis Ángel Fernández Hermana, que ve al Imperio más cerca de su caída que del emcumbramiento: “El imperio ha entrado en una fase donde, como decía el filósofo chileno Juan Rivano, se han perdido las proporciones. Y éste es un asunto grave, pues implica el despilfarro como sistema y el exceso como rutina: en resumen, una factura insoportable incluso para un imperio.”
Un caballo en Bagdad.