Creo que el título, Profesión: negro de universidad es lo suficientemente explícito como para que yo pase y ceda la palabra a su autor, Léa Khayata.
«Para las memorias, Nicolas ha pasado 15 días encerrado en casa con cinco o seis libros cada vez, para entre seis y siete horas de trabajo diario. Los temas escogidos son bastante analíticos, para limitar el trabajo de búsqueda. La opinión de Nicolas sobre todo esto es bastante crítica: “Las ciencias sociales tienen mucho de paja mental”. El siguiente paso es la lectura de Hicham. Será él quien presente la memoria frente a los profesores de la universidad. Y, esta vez sí, ni trampa ni cartón: tiene que conocer a la perfección el trabajo de Nicolas.
Este último considera sin embargo muy fácil descubrir a los impostores, para quien se tome la molestia de buscar un poco: “La memoria está por fuerza llena de referencias personales. En la introducción cito La razón en la Historia de Hegel. De eso a explicarle todo el libro para que comprenda la relación…” Hicham podría jugar con el hecho de que él no es francés, y que su texto ha sido traducido o corregido por otro estudiante, lo que podría estar aconsejado, en algunas circunstancias, por el director de la tesis. En este punto, de nuevo, no hay lugar a la confusión para Nicolas: “la construcción de las frases es típicamente francesa, es evidente. Es más, le han reprochado a Hicham su estilo demasiado enrevesado”.»