Jesús Gömez Gutiérrez sigue La corriente del Manzanares, recuerda la destrucción del observatorio astronómico por las tropas napoleónicas, o se corta un dedo. Nada más.
«3. Herschel y Planck no están en este principio de verano, con tardes cargadas de humedad y casi ajenas a nuestro clima seco; pero importa que, detrás de esas nubes, sigan navegando hacia el punto virtual L2, situado a 1,5 millones de km. de la Tierra. La misión de Planck es apasionante; pretende cartografíar irregularidades en la radiación fósil de la primera luz del universo, es decir, ver el origen de todo. En cuanto a su hermano, contaré una historia de Madrid: cuando las tropas de Napoleón conquistaron la ciudad, quemaron el instrumental del Observatorio, cuyos telescopios eran obra del astrónomo alemán que da nombre al telescopio de la ESA, William Herschel. Espectro infrarrojo es una forma demasiado aséptica de decir que no nos salvaremos sin mirar fuera. Ni en ciencia ni en economía.»