Tan mal visto está el ciclismo en estos tiempos, que en mitad de un éxtasis deportivo nacionalista español como en el que estamos (Gasol, Nadal, Selección de Fútbol, esas cosas) los medios y aficionados pasan de puntillas por el período de mayor éxito de la historia del ciclismo español, muy por encima de la era Induráin. Lo cuenta Pablo de la Calle. Gobierna la sospechosa España.
«Arrasa Valverde en el Dauphiné Libéré, pero su victoria adquiere menos relevancia tipográfica que el triunfo –compartido– de Marc Gené en Le Mans o la derrota de Jorge Lorenzo ante Valentino Rossi. Sin comparación con la conquista del anillo de Pau Gasol. Es el signo de los nuevos tiempos. Jamás regresará la época en la que periódicos de ámbito nacional dedicaban una página completa a la previa de la Vuelta al País Vasco o desplazaban a cinco enviados especiales al Tour de Francia para seguir a Miguel Indurain.
Nunca el ciclismo español había alcanzado un nivel tan elevado como el actual. Al inminente Tour de Francia acudirán tres corredores españoles que han ocupado la cúspide del podio de los Campos Elíseos y el medallista de oro en los Juegos Olímpicos. No existen precedentes similares. Crecen los éxitos, pero también las sospechas. Todo se pone en cuarentena porque los nuevos ídolos se sostienen en pies de barro. Son demasiados los desengaños. Enhorabuena al ciclismo español, que gobierna con solvencia, bienvenidos a los escépticos.»